domingo, 4 de octubre de 2009
Pisando fuerte, última opción para muchos, prioridad para tantos. Ya sea Plan A o B, el vacío y la indecisión desaparecen sin dejar rastro como evidencia. Es claro que las dolencias son mas fuertes, y las consecuencias perduran por más tiempo. Si el paso es mal dado, si en el camino había una piedra o un vidrio roto. Uno al acallar sus gritos, quiere evitar grandes disturbios. Pero el mayor disturbio se genera cuando sus sentimientos valen lo mismo que una hoja quemada. Tomar chances, dar hasta agotar fuerzas, apostar a lo que creemos y no lo que los demás creen. Porque el golpe si no es hoy, es mañana.
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