jueves, 30 de julio de 2009


Salita azul. Patanes machistas que no permitían que las nenas jueguen a los autitos con las rutas de madera que solíamos armar. Rampas, puentes, curvas, todo era transitable. Por la tarde un vaso con té o jugo, depende del clima. Y una caja de galletitas con forma extraña era nuestro centro de atención. Las risas no cesaban ni un segundo… a veces por cosas que descubríamos y otras porque alguien olvidó que su vaso estaba lleno. Luego la siesta: ventanas cerradas, colchones tirados y todos boca abajo deteniendo la mirada en detalles insignificantes, que después se olvidarían con el tiempo. Tal vez un cuento ayudaba a conciliar el sueño, siempre con la dulce voz que escuchábamos todos los días, y de la cual nos costaba despedirnos. Ella nos enseñaba a jugar juntos. Rondas, cantos, disfraces, instrumentos, éramos simples chicos jugando a ser grandes (es irónico que cuando uno es grande juegue a ser chico). Plastilina de color, de eso estaba constituido nuestro mundo, en donde los malos eran feos y terminaban solos y los buenos tenían una linda cabellera, una belleza armónica y un final feliz. ¿Cuándo dejamos de creer eso? ¿Cuando dejamos de ser chicos? Antes las plazas y los parques representaban felicidad plena. Acción, juego, diversión… ahora aturde. Es el mejor lugar para llorar y sacar furias y rencores. Es un lugar de encuentro. Un lugar para estar fuera de tanta euforia. ¿Y esas ganas de jugar? Crecemos y omitimos esos sentimientos y ese tentador sonido de la hamaca balanceándose. Llegan momentos que lo último que queremos es escuchar un gemido de alegría. Que lo último que queremos ver son colores vivos. Que lo único que queremos es soledad, que cuando se es chico la soledad es sinónimo de muerte, desesperación. Lanzábamos un grito fuerte encabezando un llanto desesperado si no veíamos a un mayor, cuando hoy gritamos hacia adentro cada vez que un mayor se acerca, cuando uno lo que quiere es estar solo, sin nada, sin nadie. Derramar lágrimas en paz, a que estén secando cada una de ellas, intentando inútilmente detenerlas con una realidad pintada. Tirarse al piso, patalear si es necesario, gritar, romper, tirar, empujar, todo lo que implique fuerza, pero en soledad.
Es bueno saber que esos compañeros de juego hoy son compañeros de vida.

martes, 28 de julio de 2009

Un profundo dolor en el pecho hizo presencia. Rápidamente desbordó la humedad de sus ojos, perdidos. En su cabeza era todo un revuelo. Ya no tenía el control de sus emociones, la impotencia crecía a la par de las lágrimas que suavemente caían por su mejilla. La presión de su pecho aumentaba con los segundos, ya no entendía. No entendía ni por qué, ni como, ni cuando, ni dónde. Solía tener las respuestas a esas preguntas, pero hoy estaban tras una espesa neblina que ni ella ni nadie era capaz de atravesar. ¿Desde qué momento empezó su malestar? ¿Por qué no lo pudo prevenir, echarlo atrás? ¿Cómo podía hacer para volver a saltar a la cima? ¿Dónde encontraría las respuestas? Intentaba relajar los músculos de su frente, como si fuera la solución a su tormenta. Cerró los ojos para no ver, e intentó imposibilitar su oído para volverse a sí misma. Refugiarse en ella y no salir hasta que el cielo indique calma y los pájaros vuelvan a cantar.

miércoles, 22 de julio de 2009

Vos te preocupas por hacerme entender, o entender por mí. Estás pendiente de lo que pueda llegar a pasarme, y me advertis las cosas, aunque permitis que me equivoque ciertas veces, y me enseñas a aprender. Me das tu mano, y siempre caminamos juntas. En los tiempos en los que me caígo, o vos te caés, los recesos son largos, y me hacen extrañarte. Me permito necesitarte, me permito formar parte de vos. A veces te extraño demasiado, y te aconsejo, a veces me extrañas por demás, y me ayudas. Pequeñas pistas para errores cometidos. Cuando nos levantamos, estamos fuertes, estamos contentas, aunque a veces no lo estemos, pero intentemos parecerlo. Nosotras nos encargamos de que las apariencias engañen. Vos te encargas de llenarme de felicidad, y de alegría. Nosotras juntas podemos contra todo, ya que nada puede contra nosotras. Nosotras juntas, somos nosotras mismas, y pertenecemos a nuestro mundo. Un mundo lleno de manzanos con manzanas rojas, inalcanzables, deseables, y dulces -algunas-. Un mundo que nosotras mismas creamos, y al que juntas vamos a pertenecer por el resto de nuestras vidas. Una soledad eternamente acompañada.
Sos especial. Y escencial, así te describo. Esas dos palabras seguidas de millones más haciendo fila. Luz propia te sobra. Tenés ese brillo que es capaz de iluminar hasta lo más oscuro con un dejo de felicidad mezclada con ganas de gritar desaforadamente. Amigo y de los mejores.

martes, 21 de julio de 2009


Fotos que te transportan exactamente a ese instante que quedó congelado. Hacen que sientas el frío viento chocando con tu rostro y la arena buscando el paso hacia el interior del calzado. Son momentos que se desearía vivir una y otra vez.

martes, 14 de julio de 2009



Cuando el cielo se torna gris, las luces no entienden que hora es. Sentir así no es la cuestión, no distingo el corazón de la razón, todo ilusión. Quiero escapar, gris es todo lo que hay. Gris.

viernes, 10 de julio de 2009

Enchanté de faire votre connaissance!

lunes, 6 de julio de 2009



¿Cómo decírtelo todo en una simple hoja virtual? Te quiero como a nadie, es cierto. Te extraño, te llamo, hablo con tu abuela, vas a comer, me llamás y te canto Pasión de Gavilanes. Hacemos garch and go, y le pegamos a la Zuni para que deje el tubo. Acto seguido, le pedimos permiso a la Normis, desatamos a Shily y lo dejamos libre que corra por los verdes campos del Maracuya (pequeña isla ubicada al norte de Asia, no muy conocida). En fin, pasan 18 minutos de la hora y seguimos dándole cuerda al habla. Me escuchas, me retas, te reís, te escucho, te reto, te celo. Me decís que me vas a hacer feliz - no te olvides del avión- Me decís que no te quiero, que creo que sabés que es mentira. Sabés que sos mi Peter Pan, que no deja que me pudra en la vejez de mis manos y me convence para ir a volar por los suburbios pegarle a Juaki y volver sanos y salvos a casa en donde nos esperan con galletitas de coco que se que el coco es tu pasión número uno. Es más, cuando ya vivamos nuestros días como marido y mujer te voy a hacer un día de coco. Cama de coco, baño de coco, baile de coco, milanesas de coco con puré enconcado, y de postre, lemon pie con coco, y galletitas de coco. Me encanta tu cara cuando lo probas. Es tan real y sincera.

Y aunque te haga ese día de coco, sé que me vas a terminar queriendo como siempre. A pesar de que mil veces te dije que no por jugar con la reina abeja a un juego en donde yo siempre era la bucama (mi obscura infancia). Sé que aunque nos separen 56km de distancia y un minicooper vamos a estar tan cerca como ayer. Necesito ver tu rostro otra vez, si todavía padeces de ese salpullido que mil placeres te quitó. Adermicina A por ahí es lo justo y necesario para calmar ese dolor, y Barrocutina, con los deditos no, recomendación para el chino maldito.

Amarte es poco Gasper. Te amo, y nada ni nadie nos saca esto que tenemos. No te lo olvides ni trates de negarlo porque efectivamente es en vano. Au Revoir!

sábado, 4 de julio de 2009


17 años que brillas con esa luz que todavía tenés y no creo que la pierdas nunca, es característico tuyo. Lo único que te quería recordar era que te agradezco por todo lo que haces conciente e inconcientemente. Somos hermanas, y así va a ser siempre.