viernes, 20 de marzo de 2009


Paredes que conocen hasta el más minúsculo secreto. Impiden que te derrumbes, y te acogen sin preguntar. Paredes llenas de color y de recuerdos. Guardan el pasado y viven el presente, pero le queda mucho espacio para el futuro. Paredes que son renovadas cuando un cambio anuncia su llegada, pero aunque las pintes de todos los colores del arcoíris seguirán siendo las mismas paredes de antes. Paredes que no se aplastan ni se achican, sólo se rompen si no concuerdan con tu estructura. Algunas paredes no sobreviven a las grietas que se forman con el pasar el tiempo, por infinitas razones. Sin embargo hay otras que esas mismas grietas las hacen más fuertes engañando a los golpes que azotan -‘Lo que no te mata, te hace mas fuerte’ -.Paredes que no se van a mover del lugar de donde vienen, nunca pierden sus orígenes. Esas paredes son las que comparten cada alegría, tristeza, enfermedad y dolor. Se nombran depende al gusto personal: paredes, muros, rejas, construcciones o simplemente… amigos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario